lunes, 16 de julio de 2012

Salta la linda


Empieza la crónica de Salta. El primer día en este encantador lugar fue en parte día de visitar agencias turísticas para contratar algunas excursiones para los próximos días y en parte día de visitar iglesias coloniales. Las más notables son La catedral







 

 y la iglesia de San Francisco. 



Entre las tiendas de artesanía andina nos encontramos la primera bolsa de “hoja de coca”, tan típica de la zona… Mascar hoja de coca, aunque más bien se trata de colocarla en un lado de la boca e inundarla de saliva, es algo que se hace en esta zona de Argentina asiduamente, al igual que en Bolivia y Perú. Es una hoja que se toma al igual que en otras regiones se toma el mate, o en otros países el té. Además ayuda a oxigenar, algo bastante útil cuando hablamos de zonas de gran altura sobre el nivel del mar. A pesar de lo que parezca, su efecto nada tiene que ver con el de la cocaína. Es el equivalente a la uva y al vino y sus propiedades. Falta procesado en laboratorio para que algo se transforme en algo totalmente diferente, y con otros efectos. 



El segundo día de Salta realizamos la primera excursión por la zona. El viaje fue un recorrido de ida y vuelta al pueblo de Cafayate, y los principales atractivos se encuentran en el camino, cuando se atraviesa la Quebrada de Cafayate o Quebrada de las conchas. Se trata de un cerrado valle en la zona de los Andes en los que se puede ver un paisaje de colores y rocas con formas curiosas.






Algunos de los puntos de mayor interés son La garganta del diablo (nuevamente), 



la catedral, 




 los castillos,



la yesera 



o el mirador de tres cruces.



En cafayate dimos un agradable paseo, degustamos vino y probamos los famosos platos criollos de la zona: humitas y tamales. 




Hoy hemos hecho otro viaje organizado a los alrededores de Salta, al pueblecito de Cachi. Nuevamente lo más interesante ha sido el camino hasta allí, más que el propio destino. Durante esta ruta hemos pasado por parajes selváticos y hemos ascendido a 3400 m, en este mirador, donde la vista debía ser imponente, aunque no la hemos disfrutado básicamente por tener encima una nube.


Después nos hemos dirigido al Parque Nacional de los Cardones. Se trata del típico cactus “del Oeste”, y de hecho, la mayor reserva de cardones se encuentra en Texas. Este parque andino se lleva la segunda posición. Teniendo en cuenta que los cardones crecen entre 1 y 3 cm al año, nos podemos hacer una idea de la edad de algunos ejemplares que se encuentran aquí. 



Pero no sólo los cardones se llevan el protagonismo. El valle con las cordilleras andinas (central y oriental) en el fondo también son visiones espectaculares, y los colores de algunas laderas son los que terminan de hacer maravilloso el parque en su conjunto. 







El pueblo de Cachi es un pequeño pueblo de unos 2000 habitantes que se dedica a los cultivos de plantas y pimiento rojo. Llama la atención la iglesia colonial de la plaza, cuya estructura está revestida de la porosa madera de los cardones. 



Además en el pueblecito, Fidel se volvió a dar un homenaje de carne a la parrilla (hoy ha tocado cabritillo).



Mañana es nuestra última excursión por tierras argentinas, vamos a la zona de Jujuy, a ver sus quebradas de colores para llevarnos un buen último recuerdo. Next stop: Bolivia.



2 comentarios: