viernes, 6 de julio de 2012

De Alicante a Buenos Aires

Ayer o anteayer salí de Alicante en un avión hacia Amsterdam. Allí pasé una noche en un hotel que parecía más bien un capsule de Japón con ambiente futurista




Tras levantarme, salir de la habitación y encontrarme con una terminal llena de gente (sí, el hotel estaba dentro de la terminal… fue muy raro) me fui hacia la puerta de embarque del vuelo que me iba a llevar a Buenos Aires, operado por KLM, compañía de la cual sólo puedo decir cosas buenas. Tras dos comidas de avión, varios snacks, una siestaca y tres películas (una de ellas, por cierto, parece que se ha convertido en una de mis preferidas: “Cometas en el cielo”) el vuelo llegó a Buenos Aires sin el menor inconveniente. Allí me tocó hacer tiempo un par de horillas hasta que llegó Fidel.
Otro par de horas más y estábamos en el hotel. Por cierto, descubrimos que ir a Buenos Aires en invierno no es una buena idea del todo. Mucho frío, y más humedad (sí, MÁS) que en Alicante. Hoy ya tengo un par de pantalones térmicos más y unas polainas para los tobillos. Seguro que mi repertorio de lana y tejido polar aumenta en las próximas semanas.

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