Aquí estoy otra vez, cansada y con frío, pero con determinación de escribir una nueva entrada para aburriros un poco más. Se que esto, sin historias de cocodrilos, pierde un poco.
Después de la visita al barrio de “La Boca”, que es un barrio donde, según una buena amiga, “ser daltónico tiene que ser la peor maldición” hoy hemos estado haciendo turismo en… un cementerio. Eso es, con sus tumbitas y sus cosas. Un poco creepy ¿no?
Es uno de los cementerios más bonitos del mundo, por no decir el mejor. Todos los personajes notables en la historia de Argentina están allí. Nos hemos encontrado un hombre de mantenimiento que además nos ha hecho tour por las criptas más interesanes.
Por ejemplo ésta, que es una imitación “versión mausoleo” de Notre Dame.
Había otra pequeña Sacre Cour por algún lado. También estaba la de la familia Duarte, donde está enterrada Evita Perón (un poco decepcionante, la verdad, rodeada de tanto mausoleo imponente).
Y bueno, la de Magneto, que me ha inspirado el mayor de mis respetos.
El hombre, que estaba aburrido, nos ha invitado incluso a entrar en alguna cripta y bajar a los pisos de abajo, donde hay ataúdes centenarios de maderas preciosas y bronce, mucho bronce.
La mitad de las criptas están abandonadas, y aunque es una lástima, dan un aire romántico al cementerio muy interesante. Invitaría a Carlos Ruiz Zafón a que lo visitara y le inspirara alguna de sus historias.
Después de la ruta del más allá, hemos dado un buen paseo por la zona rica de Buenos Aires, donde está toda “la plata”.
Por cierto, muy curioso lo que hemos visto en este camino. Un estadio con un relieve un poco extraño. No comments.
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